San Estanislao Papczyński (1631-1701)
Fundador de los Marianos
San Estanislao de Jesús María Papczyński, nació el 18 de mayo de 1631 en Podegrodzie cerca de Stary Sacz, en Polonia. Sus devotos padres le dieron el más valioso tesoro – una profunda fe y una devoción llena de amor a la Inmaculada Virgen María.
Después de terminar sus estudios en los Colegios Escolapios y Jesuitas, ingresó con los Escolapios en 1654.
En 1661 fue ordenado sacerdote. Dotado con muchos talentos ganó renombre como maestro y educador de la juventud en los Colegios Escolapios, predicador sobresaliente, al mismo tiempo que sabio director de almas y autor de obras sobre retórica y sobre vida espiritual.
Siguiendo una especial inspiración de Dios, fundó el primero Monasterio Mariano en el bosque Korabiew, cerca de Skierniewice en Mazovia, hoy llamado Puszcza Marianska (Bosque Mariano). Con este acto, dio a la Iglesia Católica una nueva familia religiosa – la Congregación de los Marianos de la Inmaculada Concepción. Él fue el fundador de la primera Orden de hombres consagrados a la Inmaculada Concepción en la Iglesia – casi doscientos años antes que este dogma fuera proclamado.
Tuvo tres fines para su orden:
- Divulgar la devoción a la Inmaculada Concepción.
- Traer alivio a las almas que sufren en el Purgatorio (especialmente de los soldados caédos en la batalla y de aquellos que mueren de epidemia).
- Ayudar a los pastores en las Parroquias, especialmente en donde la instrucción religiosa era descuidada.
El Padre Papczyński fue también un apóstol celoso de la abstinencia de alcohol, a la cual hizo uno de los rasgos caracterésticos de su Congregación.
Murió el 17 de septiembre de 1701 en Gora Kalwaria, cerca de Varsovia, y fue enterrado en la Iglesia del Cenáculo. Su anhelo por la gloria de Dios y por el bien del prójimo fue tan claro en la vida diaria de san Estanislao.
Confiando en la Providencia de Dios en nuestras vidas, podemos esperar recibir abundantes gracias de nuestro Salvador Misericordioso a través de María Inmaculada por las oraciones del Siervo de Dios Estanislao Papczyński.
¡Pidámosle ruegue por nosotros en nuestras necesidades!
El proceso de beatificación del Padre Papczyński fue iniciado en 1767 en Varsovia. Después de casi dos siglos de interrupción, a causa de la división de Polonia, fue reabierto una vez más en 1953 en Roma. El Padre Estanislao fue declarado Venerable Siervo de Dios por el Papa Juan Pablo II en el año 1991 y el 16 de Septiembre de 2007 fue proclamado Beato por el Cardenal Tarcisio Bertone en la Plaza de la Basélica de la Virgen de Lichen en Polonia, y el 5 de junio de 2016 fue canonizado santo.
La última voluntad y testamento del Padre Papczyński
Doy gracias a la Divina Majestad por las gracias, dones y bondades que me concedió con gran generosidad. Me arrepiento desde lo más profundo de mi corazón y deseo, lleno de amor al Señor, arrepentirme más y más de todos mis pecados, a los cuales pongo en lo más profundo de las Llagas de Jesucristo, mi Señor y Redentor. Me postro a los pies de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, y me entrego a ella a mí mismo con la entera Congregación de su Inmaculada Concepción por toda la eternidad. Pido a ella su benévola dirección y eficaz cuidado, y para la hora de mi muerte, imploro su misericordiosísima y poderosa protección contra las acechanzas de mis enemigos y contra todo mal temporal y eterno.
A todos aquellos que amen y apoyen la Congregación de la Inmaculada Concepción (la cual fundé por una inspiración de Dios para ayudar a todos los fieles difuntos) les prometo de la mano de Dios doble recompensa.
Sugiero fervorosamente a mis hermanos, si me es dado decir:
Hijos, ustedes deben tener amor a Dios y al prójimo, devoción por la fe católica; deben alabar, amar y obedecer a la Santa Sede; deben perseverar en los votos, tener humildad, paciencia; ayudar a las almas del Purgatorio y estar en paz con todos.
Oración para obtener una gracia especial por la intercesión del Padre EstanislaoOh, Dios, Padre Misericordioso, Tú que en el corazón de tu Siervo Estanislao despertaste un celo tan grande por llevar a cabo las obras de misericordia corporales y espirituales, dígnate concederme (nos) por su intercesión la gracia... por la cual te imploro (imploramos). Amén.
Padre Nuestro... Ave María... Gloria.