Por Vivian Mestey
Mi nombre es Vivian Mestey, quisiera compartir con ustedes mi testimonio de como Dios y Su Santa Madre cambiaron por completo mi vida y me dieron la bendición de conocerlos en la tierra. Nací en Manhattan Nueva York en el mes de noviembre, hija de padres puertorriqueños, mi madre era Luterana y mi padre Católico. A la edad de 12 años tuve que mudarme a Puerto Rico con mis padres y mis hermanos debido a la gravedad de mi abuelo materno.
Desde que tengo uso de razón, mi padre siempre tuvo un altar de la Santísima Virgen en nuestro hogar, y era costumbre encenderle una vela a ella todos los días. Mi padre siempre fue el que me dio la base de mi religión, él siempre ha tenido una gran conexión con la Virgen hasta el día de hoy cuando hablo con él y le pido la bendición muy tradicional de nosotros los hispanos, siempre me dice "que la Virgen te acompañe".
Cuando era joven no entendía porque mi padre le tenía ese amor tan grande a la Virgencita, cada vez que hablaba de ella sus ojos le brillaban de una manera muy especial. En ese entonces no lo podía comprender, como adolecente para mí era muy raro que mi padre fuera católico y tuviera esa devoción tan grande a la Virgen María y mi madre tuviera otra religión muy diferente a la de mi padre.
Pero eso nunca fue una contrariedad en nuestro hogar, ya que ella permitió que mi padre criara a sus hijos en la fe católica y asistieran a colegios católicos. La mayoría de veces íbamos a la iglesia con mi padre, muy pocas veces mi madre nos acompañaba. Cuando nos mudamos al área de BayView en Cataño Puerto Rico, ahí conocí a mi esposo Félix, quien casualmente era mi vecino y compartíamos la misma fe católica.
Tuvimos un hermoso noviazgo de 4 años después de ese tiempo nos casamos por la Iglesia Católica. Cuando nos casamos mi esposo aún estaba en la universidad, al inicio fue difícil ya que no teníamos suficiente solvencia económica y lo único que pudimos rentar fue un pequeño apartamento. Seis meses antes de que él se graduara de la universidad nació nuestra primera hija Vivian-Christine, cuatro años después nació nuestra segunda hija Vianlix, mis dos hijas crecieron en la religión católica y su educación fue en colegios católicos.
En realidad yo era la católica común, la que iba a la iglesia sólo por aparentar para que la gente pensara que yo era una gran católica, pero la realidad era otra mientras estaba en Misa estaba pensando en todo lo que tenía que hacer cuando saliera de la iglesia, ir de compras, que color de vestido compraría, visitar amigas, etc. Me molestaba cuando el Padre extendía la Misa ya que eso cambiaba todos mis planes. Todos los días festivos asistíamos a Misa, pero para mí lo primero por lo que yo me preocupaba era mi apariencia, la iglesia para mí no era un lugar para conectarme con Dios sino un lugar obligado a ir. Yo sentía que era una gran católica...y si me preguntabas con firmeza te decía que yo era una buena católica. ¡Que equivocada estaba! Me faltaba mucho para llegar a ser una buena católica.
En el año del 2005, Dios cambio mi vida por completo cuando a mi hija mayor Vivian- Christine a la edad de 29 años le diagnosticaron cáncer de mama, fue una noticia devastadora para toda la familia. Ella tuvo que pasar por cirugía, quimioterapia y radiación a pesar de todo el sufrimiento que ella atravesó mi hija me demostró el gran amor que ella le tenía a Jesús y a Su Santa Madre. Mi hija me enseñó que la fe es lo más importante que Dios no nos ha dado, mi propia hija enferma me enseno a confiar en Dios, me enseño que la apariencia física no es importante sino la humildad y la fe. Fue ella la que me guio hacia Dios y a Su Santísima Madre. Gracias a mi hija comencé a tener una verdadera conexión con Dios.
Dos años después en el año 2007 Félix mi esposo fue diagnosticado con Lymphoma, cuando nos dieron esa noticia sabíamos que Dios nos iba ayudar a vencer esa enfermedad. Aunque tenía mucha fe en Dios y sabía que Él no nos abandonaría en esta nueva batalla, mi sistema nervioso colapso, me descontrole y comencé a tener ataques de ansiedad. Cualquier persona que conoce o tiene un familiar con esta clase de enfermedad sabe lo terrible que es vivir de esta manera.
Con la Gloria de Dios poco a poco todo aparentemente comenzó a normalizar mi hija Vivian estaba en remisión, mi esposo estaba mejor y mis ataques de ansiedad estaban mucho mejor. Nuestra fe estaba creciendo y no solamente por las pruebas que Dios no había enviado, sino porque amábamos a Dios y a la Santísima Virgen con todo nuestro corazón y queríamos que siempre fueran parte de nuestra vida.
En el año 2008 Dios me dio otra prueba más, fui diagnosticada con cáncer de mama, mi sufrimiento no termino ahí el mismo día que tuve mi cirugía para remover el tumor del seno, mi hija Vivian tuvo cita con su médico y le informo que ¡el cáncer había regresado! Esta vez más agresivo y en el pulmón. Mi mundo se derrumbó no hay dolor más grande para una madre que ver a sus hijos enfermos. Me encontraba en la cama con molestias físicas y el gran dolor en el corazón al saber que la vida de mi hija estaba en peligro. En ese momento mi familia y yo nos consumimos en el amor de Dios le entregamos todo nuestro sufrimiento a Él, nos unimos en oración en nuestro corazón había paz a pesar por lo que estábamos pasando, el manto protector de Nuestra Santísima Virgen nos arropo en ese momento de dolor.
Mi hija Vivian tenía un hijo de 5 años él era su motor para seguir adelante y para mí lo era toda mi familia por ellos tenía que ser fuerte y salir adelante. Así que mi hija y yo comenzamos los tratamientos de quimioterapia juntas... Como las dos teníamos el mismo nombre y apellido nos sugirieron tomar las terapias de quimioterapia días diferentes, ella me acompañaba a las mías y yo le acompañaba a las de ella.
Mientras estuve en tratamiento que consistía quimioterapia y radiación, me dio pulmonía, culebrilla, y se me abrió la espalda dejándome inmovilizada por una semana. En ese momento la vanidad todavía existía en mí ya que perdí mi pelo por la quimioterapia no quería que mi esposo me viera así que de noche dormíamos en diferentes cuartos. Los misterios de Dios trabajan de diferente manera, Dios tenía un plan divino para mí. Ese tiempo me sirvió para meditar, reflexionar y comenzar un hermoso dialogo con Dios que me llevo a ser la persona que soy ahora.
Un Día fuimos con mi familia a visitar el Centro del Padre Pio en Pensilvania. Ahí fue donde Dios escogió comenzar mi destino. Era un lugar tan espiritual que se podía sentir la paz, fuimos a ese lugar en busca de un milagro para mi hija Vivian. Un señor se nos acercó y comenzó a rezarle a mi hija, para mi sorpresa esa misma persona me llamo el día del año nuevo del 2010, a preguntarme si sabía sobre la imagen de la Virgen de Guadalupe, no entendía porque este hombre se había cruzado en mi camino, pero había algo en él que me causaba paz y lo escuche. Me dio la información de la imagen de la Virgen de Guadalupe y ahí comenzó mi amor y mi gran fe en ella. En el año 2011 falleció mi hija Vivian, yo sé que ella está en un lugar muy especial y que no está sufriendo más. Pero para una madre no hay dolor más grande que el del perder a un hijo, pero la Virgen de Guadalupe me dio la resignación y el valor para seguir adelante.
Ese año tuve el llamado de ser la Guardián de la Virgen de Guadalupe, fui obediente y acepte. Comencé a llevar la imagen de la Virgen de Guadalupe a diferentes iglesias, la fe, los milagros y las sanaciones aumentaban cada vez más a través de la intersección de la Virgen. Tuve que pasar por tanto sufrimiento para poder entender el dolor humano. Tuve que volver a nacer para poder ser un apóstol de Dios. He vivido miles de sanaciones a través de la intersección de la Virgen de Guadalupe.
La Imagen de la Virgen de Guadalupe peregrina es una copia de la original que está en México. Contiene todas las manifestaciones que tiene la original, hay quien tiene la bendición de escucharle los latidos a la Virgen igual al Niñito Jesús, ella tiene las manifestaciones de escarchas. Mi Ministerio va de la mano con el sagrado paño, hay miles de testimonios y milagros de personas que han sanado a través del sagrado paño. Una señora estaba enferma de cáncer de pulmón paso el sagrado paño por su cuerpo y se alivió. Una señora había perdido la vista por 6 años, su hija le llevo el sagrado paño se lo puso en su frente y recupero su vista.
No esperen a las pruebas, habrá sus corazones, dejen que la Virgen de Guadalupe se manifieste en ustedes. Ella siempre esta con sus brazos abiertos esperando por nosotros, prestemos atención a su amoroso llamado. Hoy vivo para la gloria de Dios, su Sagrada Madre y mi ministerio.
Este 12 de diciembre del 2024, estaremos festejando a Nuestra Santísima Virgen de Guadalupe, aquí en el Santuario Nacional de la Divina Misericordia. Tendremos el hermoso regalo de la visita de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe Misionera.
Para honrarla en su día tendremos una charla por Vivian Mestey, veneración, Rosario y procesión y finalizaremos con la Santa Misa. Dicho evento se llevará acabo aquí en el Santuario Nacional de la Divina Misericordia. Solo los autobuses deberán registrarse, si viene en automóvil no es necesario. Para más información o para registrar su autobús, favor de llamar al 413-298-1328. En este link podrá imprimir el afiche con la programación del evento. https://www.shrineofdivinemercy.org/events/our-lady-guadalupe-spanish
¡La Virgencita del Tepeyac los espera con los brazos abiertos!
Información sobre su ministerio
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