En María podemos encontrar un ejemplo de maternidad, compasión, misericordia, fidelidad, humildad y obediencia a Dios. Y estas mismas características son las que definen el corazón de una madre. Una madre no busca su propio bien ignorando el bienestar de su familia y de sus hijos, sino que toma, cada momento otorgado por Dios, como una oportunidad de amar y servir.